En buena parte de la provincia de Málaga está aún presente la huella de las tres culturas más relevantes que la han habitado: la fenicia, la romana y la árabe. La música de Málaga, como los tradicionales verdiales, o su arquitectura y cocina, dan cuenta de que, no en vano, es una de las ciudades más antiguas de toda Europa.
Una muestra de ello, sin salir de la capital, es la calle Alcazabilla. En este pequeño tramo, situado al lado de la vieja judería, se pueden admirar ruinas de origen fenicio, también las del teatro romano y, cómo no, visitar la Alcazaba, la antigua fortaleza árabe. Pocas ciudades del mundo reúnen semejante variedad en un espacio tan concentrado. Málaga, además de sol y playa, es historia que aún sigue viva.
[Texo: Escuela MaestroMio]
